Yeshúa: El Jubileo de la Humanidad
El Año Sabático y el Jubileo son dos conceptos fundamentales en las Escrituras que revelan la profunda sabiduría del Eterno al proporcionar un sistema económico y social justo para Su pueblo. Estas ordenanzas, dadas a Israel, no solo aseguraban la estabilidad económica, sino que también promovían la equidad y la restauración social. Si estos principios fueran practicados en nuestras sociedades modernas, podríamos erradicar la pobreza y vivir en un mundo más justo y equilibrado, sin enfrentar los problemas sociales y ambientales actuales.
Cada siete años, el pueblo de Israel observaba el Año Sabático, un tiempo en el que la tierra descansaba sin ser cultivada, permitiendo su regeneración natural. Durante este tiempo, las deudas eran perdonadas, y las personas que se habían vendido como esclavos por dificultades económicas eran liberadas. No era solo un descanso físico, sino una oportunidad para que toda la sociedad pudiera recomenzar con justicia y equidad. Este sistema aseguraba que las familias no quedaran atrapadas en la pobreza generación tras generación.
El Jubileo, que ocurría cada cincuenta años, llevaba esta liberación a un nivel superior. No solo se proclamaba descanso para la tierra, sino que también se restauraban las tierras que habían sido vendidas a sus dueños originales, se perdonaban completamente todas las deudas y se liberaba a los esclavos. El Jubileo era un símbolo poderoso de restauración y redención, que reflejaba el corazón compasivo y justo del Eterno hacia Su pueblo.
Yeshúa, en Su primer acto público al iniciar Su ministerio, conectó directamente con el Jubileo. En la sinagoga de Nazaret, leyó del profeta Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido… a proclamar libertad a los cautivos… a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19; Isaías 61:1-2). Al decir que esta Escritura se había cumplido en Él, Yeshúa se identificó como el cumplimiento del verdadero Jubileo, trayendo libertad no solo física, sino espiritual. Él es quien trae la redención final y la restauración de todo lo perdido, liberándonos del pecado y la muerte.
Este evento no solo marcó el comienzo del ministerio de Yeshúa, sino también la manifestación de la esperanza mesiánica del Jubileo eterno, donde todas las cosas serían restauradas en el Reino de Dios. ¡Te invitamos a ver el video completo sobre este tema en nuestro canal y descubrir más sobre cómo Yeshúa es el cumplimiento perfecto de estas antiguas promesas de libertad y restauración!
© 2024 ReineyEl, «EL ÁRBOL DE LA VIDA Y YESHÚA»
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