Yeshúa La Luz del Mundo
En esta publicación, nos adentramos en una de las conexiones más intrigantes entre las fiestas bíblicas y el cumplimiento de las profecías mesiánicas en Yeshúa, nuestro Mesías. Hoy analizamos cómo la Fiesta de Janucá, también conocida como la Fiesta de las Luces o la Dedicación, tiene un significado mucho más profundo de lo que podría parecer a simple vista, especialmente en relación con el papel de Yeshúa en la redención del mundo. La palabra «Janucá» (חֲנֻכָּה) proviene del hebreo y significa «dedicación» o «inauguración». Está relacionada con la dedicación del Segundo Templo de Jerusalén tras su profanación por parte de los griegos, un evento conmemorado durante la festividad de Janucá. La raíz hebrea de la palabra es חנך (janaj), que se refiere a «inaugurar» o «consagrar».
En Juan 10:22, se menciona que Yeshúa paseaba por el Pórtico de Salomón durante la celebración de Janucá:
Juan 10:22-24 (RVR1960):
A primera vista, este detalle puede parecer menor, pero al explorar las raíces de esta festividad, descubrimos una conexión sorprendente con la misión de Yeshúa. Janucá conmemora la rededicación del Templo de Jerusalén tras su profanación por los griegos. Sin embargo, más allá de ser una fiesta histórica, tiene un eco profético que apunta a la llegada del Mesías.
Para entender esto, debemos volver a las palabras del profeta Hageo. En Hageo 2:18-19, el profeta menciona el día 24 del noveno mes, que en el calendario hebreo corresponde al 24 de Kislev, al atardecer de este día comienza Janucá. Hageo afirma que, desde ese día en adelante, el Señor derramaría bendiciones sobre su pueblo. Esta fecha no solo marca el inicio de la Fiesta de las Luces, sino también, según algunos estudiosos, el momento en el que el ángel Gabriel anunció a Miriam (María) que concebiría a Yeshúa, como lo relata Lucas 1:26-38.
La concepción de Yeshúa durante Janucá cobra un profundo simbolismo. Janucá celebra la luz y la dedicación, y Yeshúa es la Luz del Mundo, la semilla prometida en el vientre de Miriam, concebida precisamente en este período de bendición. Hageo 2:7 también menciona al «Deseado de todas las naciones», un título que los rabinos a lo largo de la historia han interpretado como una referencia mesiánica. De este modo, Janucá no solo conmemora la rededicación de un templo físico, sino también el inicio de la misión del Mesías, quien traería una luz y una redención espiritual.
Cuarenta semanas después de Janucá, llegamos a otra importante fiesta bíblica: Sucot, o la Fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta, llena de simbolismo mesiánico, representa el tiempo en que Dios moraría entre su pueblo, algo que se cumple en Yeshúa, quien «tabernaculizó» entre nosotros al nacer. Esta conexión entre las fiestas y la vida de Yeshúa nos invita a reflexionar más profundamente sobre la relación entre las profecías del Antiguo Testamento y su cumplimiento en el Nuevo Testamento.
Este análisis nos recuerda que cada detalle en las Escrituras está entrelazado con un propósito profético, revelando a Yeshúa como el cumplimiento de las promesas de Dios.
Aquí te dejo el video completo:
Gracias por acompañarnos en este resumen del estudio. Si te ha interesado el tema y deseas profundizar más, te invito a ver el video completo que hemos preparado. En el, exploramos la conexión entre Yeshúa, la Luz del Mundo, y la festividad de Janucá, así como su significado profundo en nuestras vidas.
Este video ofrece una enseñanza reveladora que te ayudará a comprender mejor las verdades bíblicas y su aplicación en nuestra vida espiritual. ¡No te lo pierdas!
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